Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) es una normativa que se creó respondiendo a normativas europeas y que, a través de la Ley del Cambio Climático y Transición Energética, se forzaba a los municipios de más de 50.000 habitantes a establecer las ZBE antes del final de 2023.
Ciudades como Madrid pusieron en marcha medidas dirigidas a reducir las emisiones en noviembre de 2018 transformándolo en Madrid Central. Por su parte, Barcelona lo hizo en 2020 implementando una ZBE de más de 95 kilómetros.
Para finales de 2023, todos los municipios con más de 50.000 habitantes deberían haber creado su Zona de Bajas Emisiones (ZBE) pero, sin embargo, de 149 municipios solo 17 contaban con ZBEs en esa fecha.
Como consecuencia, se puso en marcha una prórroga para ampliarlo hasta el 31 de diciembre de 2024, ampliable hasta mediados de 2025.
De esta forma, el Defensor del Pueblo ha comenzado a actuar de oficio en 33 ciudades por este retraso, con especial énfasis en aquellas que, por alguna razón, estaban en marcha, pero quedaron paralizados o suspendidos.